Somos un complejo de neuronas, células unas cien millones en el cerebro, nervios, conexiones funcionales y ramificaciones de fibras nerviosas y de estímulos eléctricos así como neurotransmisores que tienen la habilidad de modificarse, almacenar información y adaptarse a los cambios.
Todo ello con un solo objetivo, controlar el metabolismo, las funciones vitales, almacenar, analizar y procesar la información, emitir respuestas emocionales, razonar, organizar y tomar decisiones en el comportamiento en general.
Básicamente no podemos llegar a comprender en 3 líneas todas nuestras preguntas, pero todas las preguntas nos llevan al mismo punto de partida, que así como 60mil abejas trabajan sincronizadas para una misma colmena y que la colmena no existiría si una de esas abejas no realizara esa pequeña labor de una cuarta parte de cucharadita de miel, nuestro cuerpo no funcionaría si las conexiones y el trabajo de todo ese entramado de células, conexiones y nervios no trabajaran sincronizados.
Todo es valioso y nada es insignificante. Todo hay que valorarlo y nada se debe menospreciar. Tanto en la salud emocional, física o sentimental, no van desligadas, ni podemos pretender tratarlas por separado. Eso, nos llevaría al fracaso.
Hoy en día el problema reside en que varios factores internos y otros externos no sabemos como funciona nuestra propia colmena, no sabemos gestionarla, no sabemos que hacer ni que camino seguir para lograr aquello que buscamos, deseamos o queremos, a veces ni sabemos que queremos.
No hay nada mejor que deseemos en Healthy Performance’s que ayudaros a lograr vuestro objetivo, vuestras dudas, vustra salud y que cada uno aprenda a gestionar y a mejorar su propia colmena. No os quedéis sin probar la mejor miel que vosotros mismo podeis crear.
Las abejas se sienten impelidas a polinizar, juntar el néctar y condensarlo para producir miel.
Se estima que para producir menos de medio kilo de miel, en la colmena donde hay un promedio de 20.000 a 60.000 abejas, en conjunto tienen que visitar millones de flores y viajar lo que equivale a dar la vuelta al mundo dos veces.
En la corta vida de una abeja, de unas semanas a cuatro meses, ésta contribuye a la colmena con tan sólo una doceava parte de una cucharadita de miel.
Aunque parezca insignificante, cuando se compara con la cantidad total, la contribución de una doceava parte de una cucharadita de miel de cada abeja es esencial para la vida de la colmena.
Las abejas dependen la una de la otra. Lo que sería un trabajo demasiado abrumador para unas pocas abejas, se vuelve más fácil debido a que todas cumplen fielmente su parte.